sábado, 18 de diciembre de 2010

más almíbar.

Aunque intentáste impedirlo, los sentimientos fluyen solos, y brotan solos.
Como una pequeña flor que abré sus petalos ante un nuevo y maravilloso Sol, y este sin querer, o incluso sin darse cuenta, le aporta ese calor, que lleva tiempo buscando.
Ese calor que le ayuda a crecer, a sentir y a volver a sonreir, a sonreirle a las mañanas de lluvia, a los Lunes, y a las noches frías de este invierno que nos espera.
Porque hace que mi cabeza camine continuamente en blanco, que me cueste escribir, sin saber como describir este fuego que siento en mis venas, que fluye como la sangre.
Mi pequeño H esta emocionado, salta de emoción cada vez que te acercas, mis oidos entran en sosiego cuando te escuchan, y mi ojos no paran de perseguir alguna mirada tuya.
Y esque así son las cosas, y no puedo cambiarlas.
Ámamos el amor, aún sabiéndo que duele.


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